"Joan, cuidado: tanto jugar con fuego puede quemarte" | Marca

La gestión de la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor pone de manifiesto que este enfoque de dirigir el club, resolviendo problemas en el último momento, es el ‘modus operandi’ de Joan Laporta. Para aquellos que pudieran dudarlo, no se trata de contratiempos aislados que se deben manejar a última hora por razones particulares. No, Laporta ha estado siempre en una situación crítica. Desde el primer día ha navegado con el agua al cuello. Solo hay que recordar cómo logró acceder a la presidencia resolviendo en el último instante el asunto de los avales, lo que ya generó la primera deserción del equipo, ya que Jaume Giró, quien había sido su hombre de confianza en temas económicos, decidió abandonar antes de que el presidente asumiera oficialmente. Pero este no fue el único incidente.

El Barcelona ha tirado de último minuto en numerosas ocasiones. Sobre todo en el tema de fichajes, como fueron las llegadas in extremis de Luuk de Jong, Joao Félix o Cancelo o la inscripción también con el cierre de mercado apretando de Íñigo Martínez o sin ir más lejos la del propio Olmo en el mercado estival.